Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional y a las Juntas de Buen Gobierno
A la Sexta Nacional e Internacional
A la Red Contra la Represión y por la Solidaridad
A los medios libres, alternativos, autónomos o como se llamen
A los colectivos anticarcelarios y de acompañamiento a presxs
A las ONG solidarias con la lucha por la justicia
Como familiares, ex presxs, amigxs y compañerxs de Alejandro Díaz Sántiz, indígena tsotsil, preso en lucha y adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN e integrante de los Solidarios de la Voz del Amate, reunidxs en asamblea permanente para la liberación de nuestro compañero, queremos denunciar la situación penitenciaria que actualmente vive Alejandro tras su traslado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) de Villa Comaltitlán, ubicado al sur del estado de Chiapas.
Nuestro compañero ha luchado contínua e incansablemente, desde que adquirió consciencia de lucha, por denunciar no sólo las irregularidades de su caso e inocencia, si no también las irregularidades, abusos y vulneración a los derechos más básicos de un ser humano que se cometen dentro de las cárceles, hacia lxs reclusxs.
Y es que Alejandro, al igual que el resto de la población recluida en ese penal, se encuentra en condiciones de aislamiento, con un régimen de comunicación muy limitada con el exterior, reducido a una llamada de 10 minutos cada 15 días y a una visita de 45 minutos cada 15 o 20 días, según lo designe la dirección del penal. Estas visitas sólo pueden realizarlas familiares de consanguinidad directa o la o el cónyuge. Además, se encuentra recluido todo el día en su celda, con derecho a sólo 30 minutos de patio al día, sin acceso a lecturas, imágenes, y mucho menos a correspondencia. Tampoco tiene derecho a ningún tipo de formación, ni siquiera tiene acceso a papel y lápiz. Teniendo en cuenta también que a todx lxs reclusxs se les rasura cabeza y cara, y se les obliga a vestir un uniforme con un número atrás como identificación. La intención de todo esto es hacer perder a lxs reclusxs su personalidad, su conciencia, sus ilusiones e inquietudes. A todo esto hay que sumarle el hecho de que el desplazamiento hasta Villa Comaltitlán es muy costoso para la familia de Alejandro, no sólo económicamente sino temporalmente, pues residen a 9 horas de distancia del penal.
El delito del que se acusa a Alejandro no es un delito federal, por lo que denunciamos que su traslado a este CEFERESO puede considerarse una irregularidad. Asimismo, condenamos las inhumanas condiciones a las que está sometido nuestro compañero y todxs lxs demás presxs de los CEFERESO del resto de la República mexicana, en los cuales el gobierno permite unos regímenes de aislamiento en los cuales lxs reclusxs están más cerca de la muerte que de la vida.
A todo lo anterior, se suma una larga lista de denuncias concernientes a la construcción del CEFERESO de Villa Comaltitlán. Su construcción se inició en 2010 y su coste ascendió a más de 4.400 millones de pesos mexicanos.
La adjudicación directa de la obra la ordenó la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular en aquel momento era Genaro García Luna. Y fue ideada en el marco de la ejecución de la Estrategia de Seguridad del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. La empresa encargada de la construcción y operación de la obra es MAKOBIL S. de R.L. de C.V., cuyo director fue Ramón Santoyo Lugo. La administración de la obra fue mediante un contrato de prestación de servicios por 20 años ( 2013 a 2033), esta empresa recibe del erario público 1070 millones de pesos mexicanos por año.
Además del derroche de dinero público que supuso su construcción. Cabe recordar que la sociedad civil, empresarixs, asociaciones religiosas y diversos organismos del municipio se opusieron al CEFERESO por medio de manifestaciones y cartas abiertas. Este centro de reclusión está ubicado en una zona que sufre constantes inundaciones y es considerada de riesgo sísmico.
Este CEFERESO, es uno de los penales más privatizados del país. Éstas son sólo algunas de una serie de irregularidades que se presentan tanto en la construcción como en la operación de dicho penal. La población de Chiapas y, en especial la de Villa Comaltitlán, no olvida las palabras del gobernador Manuel Velasco Coello, quien en múltiples ocasiones se pronunció en contra del CEFERESO y reiteró que “Chiapas no necesita un penal, sino escuelas, hospitales y carreteras”, la cuales fueron desmentidas rápidamente cuando este penal fue construido.
Por lo tanto, exigimos al Gobierno del estado de Chiapas y a su máximo responsable, Manuel Velasco Coello, que libere de inmediato a nuestro compañero organizado y en pie de lucha Alejandro Díaz Sántiz.
¡Libertad para Alejandro Díaz Sántiz!
¡Abajo los muros de las prisiones!
¡Cierre a todos los centros de exterminio!
Familiares, ex presxs, amigxs y compañerxs de Alejandro Díaz Sántiz