San Cristóbal de las Casas, 18 de julio de 2019
Son ya más de 4 meses desde que el pasado 15 de marzo empezara la huelga de hambre de nuestros compañeros, Meses, semanas, días y horas que sería casi imposible de poder resumir en palabras.
Durante todo este tiempo hemos sido testigos directos de cómo se ha ido desarrollando este proceso de lucha por justicia y libertad. Testigos directos de su deterioro físico; de sus impactos psicológicos, de todos y cada uno de los maltratos que han tenido que enfentar por la institución penitenciaria, de todas y cada una de las neglicencias e intimidaciones en la atención de salud; y de todas y cada una de las burlas y el maltraro por parte del Gobierno del Estado a ellos y a sus familias.
A día de hoy podemos afirmar con rotundidad que nuestros compañeros han sido víctimas y sobrevientes de tortura, y no porque lo digan ellos, o nosotras, o sus familias; está denunciado en los expedientes legales de nuesros compañeros, y en algnos casos desde su detención. Podemos denunciar y afirmar con rotundidad que hay todo tipo de irregulades dentro de sus expedientes que serían de facto motivo para la lbertad directa e inmediata de nuestros compañeros. Se han vulnerado practicamente todos sus derechos, se han violado sus derechos humanos más fundamentales, se han pasado por alto declaraciones confesas de personas en sus expedientes, hay mentira, odio, desprecio y discriminación en cada una de sus páginas y contenido. Han pasado por todo lo que puedan imaginar, detención arbitraria, declaraciones arrancadas bajo tortura, indefensión, e injustiia. Y todos estos datos están en manos del gobierno desde hace casi dos meses. ¿A qué están espeando?
Son casi cuatro meses de reuniones que si se tuvieran que resumir en una palabra no sería otra más que BURLA, y así, en mayúsculas. No han cumplido ni una sola de las cosas que han dicho en ninguna de las reuniones, han despreciado, mentido y humillado sistemáticamente a nuestros compañeros y a sus familias todas y cadas unas de las veces que han sido convocados a esas supuestas reuniones en la que podemos afirmar con total rotundidad que ha día de hoy no ha habido absolutamente ningún avance; escucha, compromiso ni atención adecuada a una situación tan delicada como esta. No hay ni tan solo una minuta que registre que esas reuniones existieron alguna vez, ni una sola respuesta válida, ni un solo avance, no hay nada. ¿A qué están jugando?
Lo que si, podemos afirmar con rotundidad es que la salud de nuestros compañeros ya ha entrado en un momento límite, ya hay daños irreversibles en su salud y en cualquier momento sus organismos pueden colapsar. Hay un riesgo real e inmediato a su vida y hemos podido constatar que no hay ni un solo mecanismo por parte de la institución penitenciaria, ni por parte del estado para atender un epidosio grave que se pueda presentar. Es decir, pareciera que le están apostando a dos opciones desesperación o muerte.
No nos queda la menor duda de que el gobierno los quiere muertos y olvidados, quizás ya están haciendo todo el “control de daños” ante esta situación. Seguramente ya están preparando todo el discurso que dice que ellos hicieron todo lo posible, que abrieron un espacio de “atención”, que es la radicalidad de ellos la que lo desencadenó, que la separación de poderes, que los tiempos legales, que no pueden trabajar bajo presión, que la justicia, que la ley y todas las mentiras que nos quieran escupir.
Pero la verdad es que nuestros compañeros no quieren morir, todo lo contrario. Quieren que esta pesadilla termine y poder volver a rehacer sus vidas.
La verdad es que sus familias no los qieren ver morir, todo lo contrario. Quieren que esta pesadilla termine y tenerlos cerca de una vez por toda
La absoluta verdad es que nosotras tampoco los queremos ver morir, todo lo contrario. Los queremos a nuestro lado en las calles, con la misma sonrisa que un día los conocimos y con los mismo sueños y proyectos que tantas veces nos contaban todos esos domingos de visita durante estos largos años de encierro
La demanda de hoy de nuestros compañeros es clara, quieren un espacio de atención directa con el Estado en el que puedan ser atendidos y escuchados;y del que puedan salir acuerdos claros en el compromiso de los pasos para la obtención de su libertad.
Quieren ser tambien parte y protagonistas de este proceso y pensamos que no es tanto pedir, cuando lo que está en juego son sus vidas.
Dicen que encerraron su cuerpo, pero no su palabra y su decisión, y nosotros y nosotras coincidimos con ellos.
El mensaje para el Gobierno del Estado de Chiapas es claro, hay una petición pública y escrita por parte de nuestros compañeros al Gobernador del Estado Rutilio Escandón Cadenas de ser escuchados directamente en un diálogo de atención para la busqueda de soluciones a esta situación.
Y ante eso hay pocas opciones más, escucharlos y atenderlos o dejarlos morir.
En manos del Gobierno del Estado de Chiapas está la decisión y hay pocas excusas, mentiras o herramientas de distracción que se puedan utilizar ante tal rotunda claridad.
Si deciden dejarlos morir jamás podrán decir que no fueron los respondables y jamás podrán decir brindaron una atención.
Si algo les pasa a nuestros compañeros ellos, y nada más que ellos, serán los responsables de esa situación. Y esperamos que esas mismas leyes, de las que tanto hacen alarde, sean las que los aplasten.
Nosotos y nosotras nos encargaremos que así sea.
Hasta que todas seamos libres
Hasta que todos seamos libres
Grupo de Trabajo No Estamos Todxs