Alfredo López Jiménez

DATOS PERSONALES

Nombre y apellidos: Alfredo López Jiménez.
Fecha de nacimiento: 12 de enero 1985
Lugar de nacimiento: Chimhukóm, Municipio de Mitontik
Estado civil: Unión libre
Lengua: Tsotsil
Numero de dependientes económicos: 1 hijo de 2 años y su esposa
Domicilio actual de la familia: El niño vive con Rosa su esposa, en el CERSS nº5 de San Cristóbal de las Casas, en el sector femenil
Organización: Solidarios de la Voz del Amate
Cargo en la comunidad: No tuvo cargo en su comunidad
Ocupación: Comerciante de ropa y complementos
Nº de expediente: 056/2007

DETENCIÓN Y DECLARACIÓN

Alfredo López Jiménez, fue detenido junto con su esposa, Rosa López Diaz, el 10 de mayo de 2007 a la 1.30pm, en San Cristóbal de las Casas por varios hombres que vestían de civil. No le mostraron identificación alguna. Les solicitó que le mostraran la orden de aprensión, en ese momento uno de los hombres cargó su arma y le apuntó a la cabeza.
Sin más explicación fue conducido (junto con la compañera Rosa) hasta una furgoneta de color blanco.
Ahí le vendaron sus ojos y lo llevaron a un lugar que desconoce pero que podría ser un bosque por el olor a naturaleza, y porque aun teniendo puesta la venda, esta le permitía ver hojas de arboles en el suelo. Sufrió tortura de carácter físico y psicológico. Lo golpearon por todos lados de su cuerpo manteniéndolo en todo momento esposado. Usaron algo que parecía ser un arma larga para golpearle en el estomago.
No pertenecía a ninguna organización política en el momento de la detención.
Lo que nos narra el compañero Alfredo es lo siguiente:

“Fue un buen rato después, cuando ambos habíamos pasado por torturas aproximadamente una hora, que nos dijeron que nos estaban llevando por prestarle la casa a un amigo, que se había ido ahí con una señorita, Claudia Estéfani, a quién mi primo (JUAN COLLAZO), había enamorado y “robado”, que según las costumbres es cuando una muchacha se va con un hombre sin que este pague el dote a los padres; esto no es un secuestro como luego se nos acusaría. La hermana de Claudia anteriormente había hecho lo mismo con otro hombre.
Vino un señor, y dijo: habla! donde está Claudia Estéfani? yo le contesto que está en Bosques de Pedregal con su marido, Juan. El señor me grita: Ve, enseñanos la casa. Me volvieron a llevar, y me separaron de mí esposa. El recorrido para llegar a la casa de Juan nos tomó como 45 minutos. Me dejaron amarrado en el carro cuando entraron a la casa de Juan. Después supe que Juan y Claudia estaban comiendo juntos cuando llegaron. A Juan lo detuvieron, mientras a Claudia uno de los policías le dio una cachetada.
Después me vuelven a llevar, con los ojos vendados. Me llevan hasta una casa grande, hay más personas y nos sientan en el suelo contra la pared.
Ahí Escuché los gritos de alguien que estaba pasando por la tortura”

Alfredo nos explica que después lo torturaron a él, le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza y le introdujeron una franela húmeda en la boca, con la intención de asfixiarlo.
Al mismo tiempo recibió golpes y le aplicaron toques eléctricos. Le dijeron que debía confesar que había secuestrado, y que le habían pagado 600.000 pesos.

Ese mismo día, 10 de mayo, como a las 8 o 9pm, lo trasladan al Ministerio Publico. Hasta ahí no le quitaron las vendas que le cubrían sus ojos. Llegó un señor al cual desconoce y este le dijo: “Si no se confiesan culpables, los vamos a matar”.
Alfredo nos comenta: “Estábamos tan heridos y cansados que ahí sí nos confesamos culpables”. Por los toques eléctricos, Alfredo pasó 15 días en cama, y una señora tuvo que acudir a darle tratamiento al penal.
En el Ministerio Público lo obligaron a firmar hojas en blanco. También firma otras con texto, pero no le dejaron leerlas. No tuvo acceso a abogado ni a un traductor cualificado que conozca la lengua y las costumbres tsotsiles. Durante dos días y dos noches permaneció en el Ministerio Publico. El 12 de mayo lo trasladan al CERSS nº5 de San Cristóbal de las Casas. Desconoce que se le dictara auto formal de prisión. No declaró ante personal del Ministerio Publico.
Una vez en el penal lo condujeron a la zona de locutorio donde el frío es más intenso, no portaba calzado ya que le fue robado en el Ministerio Publico.
De ahí lo condujeron al área médica. El doctor encargado de la revisión médica prácticamente no lo miró. Nunca vio los golpes que traía su cuerpo, y no vio que su testículo estaba desbridado.

PROCESO

De la zona de locutorio del CERSS nº5 lo llevan al juzgado para realizar un careo con Rafael Gómez Santis (padre de Claudia Estéfani Gómez Méndez, la supuesta víctima). La acusación se basó en la declaración de Rafael “ya que la hija era menor de edad”. Le acusan de haber secuestrado a Claudia Estéfani, el día que la joven optó por irse de casa, el 9 de mayo a las 9am. Según nos comenta Alfredo se cree que el padre de Claudia Estéfani pagó entre 20.000 y 40.000 pesos para que se les sentenciara.
Transcurridos 14 meses desde su detención, fue sentenciado a 27 años, 6 meses y 17 días bajo la acusación de secuestro. Apeló la sentencia y se le redujo a 27 años y 6 meses.
Durante el proceso judicial Alfredo y las demás personas acusadas en el caso (Rosa su esposa, Pedro su primo, y Juan su primo) solicitaron careos y presentaron testigos, recolectando firmas de que son personas honorables sin problemas con la ley. En balde resultaron estas pruebas.

Su defensor de oficio de nombre Joaquín Domínguez Trejo, mantuvo relativa comunicación con él, pero tan sólo eso, Alfredo nos dice: “Sólo cobró a nuestras familias, como 4000 pesos, con la promesa de que nos sacaría”. Hoy en día no sabe de su situación jurídica.
El 13 de abril del 2010, día que ratificaron su sentencia, lo trasladaron de manera arbitraria al penal de Tonalá. Ahí quedó durante 7 meses y 21 días. Noé Castañón (Secretario de Gobierno del Estado de Chiapas) dijo a través del entonces Subsecretario de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad Francisco Ferreira Jiménez, que en un plazo de dos meses saldría de la cárcel. Pero ya pasaron más de 10 meses de dichas declaraciones y Alfredo sigue encarcelado, con una sentencia injusta basada en testimonios falsos, y probablemente sobornados. Alfredo protagonizó junto con tres compañeros una huelga de hambre que duró desde el 4 de noviembre hasta el 6 de diciembre del 2010. Con esto consiguió regresar al CERSS nº5 de San Cristóbal de las Casas.
Llegó el 7 de diciembre, en la madrugada.

CONDICIONES EN PRISION

En el penal no recibe una adecuada atención médica. Tiene problemas visuales y adolece de dolores en una rodilla. Solicitó 5 meses atrás una radiografía, pero aun no la han hecho. De la vista tampoco le han dado la atención que necesita. Otro preso le presta sus lentes, y si no fuera por esto, Alfredo no podría leer. La huelga de hambre del año pasado junto a la mala alimentación del penal le han provocado una gastritis crónica. Las comidas son insuficientes y en estado de descomposición.

Alfredo comenta que los familiares que vienen a visitarlo sufren de discriminación y racismo, a sus tías no las dejaron entrar porque traían la nahua regional, de color negro, color prohibido dentro del penal.
Para sostenerse económicamente él y su familia, vende hamacas junto a sus compañeros de la organización de la Voz del Amate. A veces también produce para otros internos, cuando es así gana de 5 a 10 pesos al día.
En el penal se vive bajo régimen de afinamiento, duermen de 11 a 15 personas en una celda de 3 metros de ancho por 3.50 metros de largo. Los presos duermen en “planchas”.
El encarcelamiento de Alfredo y su esposa tuvo consecuencias muy graves en su situación familiar ya que su primer hijo nació (después de la detención de ambos) con parálisis cerebral, lo cual puede haber sido producida por la tortura que padeció su esposa, la compañera Rosa López Diaz. Natanael falleció el pasado 26 de octubre a 4 años de edad. El segundo hijo nació estando Rosa prisionera en el sector femenil del CERSS nº 5 y reside junto con ella en dicho penal.

Alfredo es miembro de la organización Los Solidarios de la Voz del Amate, organización que surge dentro del penal CERSS nº5 de San Cristóbal de las Casas, formada por presos injustamente encarcelados, y quienes mantienen una lucha constante por sus derechos humanos y su liberación. Protagonizó la huelga de hambre que empezó el 29 de septiembre del 2011 en el CERSS 5 y que tuvo una duración de 39 días, con la finalidad de exigir la liberación inmediata de todos los compañeros.

Para nuestra familia es importante saber que no estamos solos. Gracias a todos los compañeros vemos que puede haber una solución. Nos damos palabras de ánimo y de esperanza. La justicia sólo puede existir a través de la lucha, si no, nos olvidan aquí”, Alfredo.